Primer Encuentro...

Niñez

Mi nombre es Adriana y en Octubre del 2020 habré cumplido 36 años con cáncer.

Viví una infancia medianamente tranquila, mi padre murió a los pocos días de mi nacimiento; así que mi educación estuvo a cargo de mi madre y mis abuelos maternos.

Tengo recuerdos con mi abuelo que todavía iluminan mi vida, en esa etapa de mi vida no había tiempos para sufrimientos a pesar de nuestra situción económicamente hasta que llego la adolescencia.

De pronto a los 14 años empece a sentirme con mucho cansancio, sólo quería dormir, mi abdomen empezó a crecer, mi madre se dió cuenta y me llevo al doctor. El abdomen había crecido tanto que el diagnóstico fue embarazo... No, no era el diagnóstico acertado porque mi peso bajaba en lugar de subir.

Llego un momento en que mi aparente embarazo estaba creciendo tanto que obstruyó el paso de agua y alimentos hacia mi estómago. La situación se puso tan grave que tuvieron que llevarme a urgencias; ahí me operaron y se dieron cuenta que tenía un tumor de 2.800 kg alojado en el ovario derecho. Para poder sacarlo fue necesario realizar una cesarea, la recuperación, pasada la anestesia sentía lo que era realmente el dolor de una cortada que iba desde el ombligo hasta la pelvis.

Posteriormente me programaron varios ciclos de radioterapia, la zona a tratar iba del cuello a la pelvis, en puntos especifícos previamente tatuados.

Durante el proceso, el núcleo familiar vivía en continúa zozobra.

DIAGNOSTICO: CÁNCER DE OVARIO DERECHO

EN ESE MOMENTO  LOS ONCÓLOGOS  DABAN POCO TIEMPO DE VIDA.

Recomendaciones

Para lubricar los ojos, el doctor me recomendó usar gotas oftálmicas, pues se me resecaron durante la radioterapia.

Usaba lentes obscuros para proteger mis ojos del sol.

Usaba gorras o paliacates por que el cuero cabelludo también se volvió sensible a los cambios de temperatura.

 

Parte Física y Emocional

En lo físico el primer cambio drástico fue la baja de peso, durante las sesiones de radioterapia.

Fue en la segunda sesión que mi cabello lacio empezó a caer, en la cuarta sesión la caída era abundante, sólo quedaban algunos mechones sobre mi cabeza. Debido a esto tuve que raparme por lo que me quede totalmente sin cabello, siendo honesta me sentía muy triste al verme así, además descubrí que el cabello no solo me servía para verme bien, sino que estaba ahí para regular la temperatura de mi cuerpo, le daba calor a mis orejas; sin mi cabello me volví mas sensible a los cambios de temperatura. Lo peor fue cuando me ví sin cejas y sin mis adoradas pestañas, empecé a sentirme avergonzada de mi aspecto, impotente, con mucho coraje.

En esa época la burla y la ignorancia se manifestaban en todo su esplendor al menos así lo sentía

Fue una etapa difícil en los primeros meses, pero con el tiempo me fuí acostumbrando a mi apariencia. En eso tuvo mucho quer ver la ayuda de mi abuela, madre y familia, después de que mi tratamiento finalizara, a los pocos meses veía que poco a poco empezaba a salirme el cabello, lo mejor de todo fué que salió ondulado (me sentía como Rapunzel), mis cejas y pestañas salieron grandes, igual que las de mi finado padre, la esperanza volvía a mi, me sentía ¡Feliz!.

Con el crecimiento de mis nuevas cejas y pestañas descubrí su valor pues sin ellas el sol me lastimaba los ojos y no podía ver bien.

 

Segundo encuentro, cáncer de ovarios (Metástasis Nivel 4)

El cáncer regresa

Después de 28 años sin descuidar mis consultas oncológicas en el seguro, tuve problemas de gastritis y colitis; tomaba los tratamientos como el omeprazol, antiacidos, cambie la alimentación, quite grasas y picante, pero aún así los síntomas continuaban. Fui al doctor particular, me mandaron una endoscopia donde se veían pólipos; al pasar el tiempo los dolores se incrementaban tanto en la espalda como en el abdomen por lo que me hicieron un ultrasonido, durante el estudio no se veían la matriz, me preguntó el técnico que si me la habían extirpado a lo que conteste que no, por lo que me comento que algo malo pasaba, me enviaron al seguro, en este lleve mis estudios y aparte lleve otro que se llama Ca125 el cual indicaba la presencia de cáncer de ovario.
Desde un principio me dijeron que podía regresar un tumor, pero no pensé que después de tanto tiempo fuera posible.

Estudios para detectar el cáncer de ovario

  • Ca125
  • Ultrasonido transvaginal

Observaciones

Si tienes 3 de estos síntomas:

  • Distención abdominal
  • Dolor o ardor al orinar
  • Estómago inflamado con frecuencia
  • Dolor de espalda
  • Fatiga constante
  • Dolor pélvico
  • Baja de peso inexplicable

Consulta a tu oncólogo.